Habitar mis mundos personales a mi manera particular. Reflejos que han viajado conmigo toda la vida. Por cada rincón del mundo que anduve: siempre han estado conmigo.
Kiki de Montparnasse
lunes, 30 de septiembre de 2019
viernes, 20 de septiembre de 2019
El esnobismo de las golondrinas, Mauricio Wiesenthal
Me paso la vida recomendado a mis amigos leer El esnobismo de las golondrinas. Lo hago porque es evidente que amo el libro con fervor. De toda la extensa obra de Mauricio es mi favorito y con el que más me identifico, es una lectura deliciosa, recreativa para los que amamos otros mundos, mundos de ayer, idos y perdidos, que Mauricio nos devuelve con impuesta suavidad. No es ésta una critica literaria al uso, soy simplemente lectora, y haya escrito Mauricio el libro para lo que lo haya escrito, hoy es mío y yo lo camino, lo ando y lo desando a mi antojo. Me dicen que es un tocho de mil páginas, de acuerdo, Mauricio no sabe escribir menos de mil páginas, pero se lee individualmente cada relato de sus memorias, unas vívidas y otras soñadas o recreadas. Capítulos que se pueden leer independientemente uno del otro.
Hola y adiós
El vals de las golondrinas
VIOLINES DESDE EL DANUBIO A VIENA
Un tren de la belle époque
ORIENT EXPRESS
Golondrinas de papel
DÍAS DE MAR Y LAVANDA EN LA COSTA AZUL
Golondrinas, fugitivas siluetas
PARÍS, LOS GATOS, Y LAS HOJAS MUERTAS
PARÍS, LOS GATOS, Y LAS HOJAS MUERTAS
Blues doliente para golondrina y ropa tendida
ÚLTIMO ADIÓS A VENECIA
Dibujando golondrinas en un velador
CAFÉ PROCOPE
Descubrí las Golondrinas y El libro de réquiems en 2012, fueron publicadas en 2010. Mauricio lleva cuarenta años en ellas, mientras se ganaba la vida como cantante de cabaret o escribiendo guías turísticas antes de la llegada de Internet. Siempre anoto el año cuando me encuentro una obra que me deja sin aliento. Los dos me impactaron, pero me identifiqué más con las golondrinas porque me considero una golondrina viajera de "cielos lejanos", aunque ya no tan lejanos. Cuando era pequeña mi tío me llamaba golondrina porque me fascinaba la literatura de viajes y decía, "Iré allí de mayor". La verdad es que casi todos esos viajes han sido realizados. Mi abanico es pequeño va de Europa a Europa: París, Viena, Bad Ischl, Praga, Lisboa, Porto, Sicilia, Cornualles, Nápoles, Venecia, Trieste, Lausana, nada original para esta época, pero yo sigo siendo una tradicionalista. Mucha Mitteleuropa, la civilización del Danubio, los cruceros fluviales del Rhin... Me gusta viajar en invierno.
Regresando a Wiesenthal, amo su mundo de recuerdos de aquella Europa que según dice él de sí mismo: "Nació cuando las luces se estaban apagando". Cuando yo nací ya se había apagado todas, agrego yo. Era un mundo de viajes en trasantlánticos, de un gran respeto por la historia, de una belleza singular en el lenguaje florido que lo mismo te sube a una montaña en Èze, que te baja a Cap Ferrat con personajes de toda la vida: Chanel, Misia Sert, Visconti, Eugenia, Mahler, etc. No importa el tiempo, Wiesenthal tiene la capacidad de mezclarlos y recrea mundos que vuelan para nosotros, los que podemos ir en su vuelo. Esos que preferimos un café en el Ritz y una cena en una fonda, antes de un restaurante sin solera o de la nouvelle cuisine pequeño burguesa. También mencionar que lo que ha logrado Mauricio con su biografía de Rilke no creo que ningún otro autor en el mundo lo iguale. Retrata a Rilke despiadadamente, tal cual fue, por más que lo admire. Conoce la obra del poeta alemán como nadie.
Mauricio no es un caso como su maestro Zweig, quizá ahora no sea tan famoso, pero quedará que es lo importante. Quedará entre los grandes. Tiene la particularidad también de ser una gran persona, que no siempre se da en los genios.
El esnobismo se encuentra con mucha facilidad en versión de bolsillo en La Casa del Libro o Amazon, y nos regala horas de un verdadero y delicioso placer.
He vuelto para mí
He vuelto para mí
Retomo mi antiguo blog porque me apetece. Sencillamente eso. Quizás ya esté un poco desfasado, pero ya lo iré poniendo a mi manera de nuevo. Una varia mucho con los años, nada raro. Tengo que empezar por acostumbrarme al blog de nuevo. Lo hago para mi, si alguien quiere leerle, pues mejor y escribiré de hoy, o un relato tonto, o por lo que me de y por supuesto lo anunciaré en mi Face. Lo típico, vamos, pero voy sin plan determinado. Tendrá erratas, falta de sintaxis y no me molesta quien me lo diga de buena fe, pero las tendrá. Desde luego, hay tanto para leer en la red que dudo mucho que lo lean.
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